
Este blog nace de la pasión de un grupo de amigos por la nueva gastronomía. Con toda la humildad de que somos capaces, los integrantes de este blog iremos comentando las peculiaridades de cada restaurante visitado. Y prometemos ser despiadadamente sinceros. Cada uno de nosotros dispondrá de un máximo de cinco coquinas (algo así como las estrellas michelín) para calificar cada uno de los lugares. Temblad restauradores de Málaga, llegan los coquineros.
lunes, 29 de agosto de 2011
Restaurante Chiringuito El Sardina de Torremolinos
Si estás en Málaga, no tienes más remedio que cenar en un chiringuito. Pero eso no tiene por qué ser sinónimo de sangría criminal y paella industrial. Muy cerca del campo de golf y de otros establecimientos de moda chill out, El Sardina se parece más a un restaurante que a un chiringuito de playa. Nada más llegar sorprendimos al jefe de sala (al menos eso parecía) llamando la atención a la cocina porque no le gustaba el aspecto de un plato de rosada a la plancha. Y eso nos gustó. Tan importante es la vista como el gusto. Luego la carta nos decepcionó un poco. Lo típico de un chiringuito, sardinas en espeto, boquerones, coquinas, tomates aliñados..., todo de buena calidad, pero excesivamente convencional. El calor del local (y eso que era de noche) y el ambiente (ni de chiringuito ni de restaurante) no predisponía a disfrutar de una comida tan malagueña. Pero entonces llegó el rape (la cabeza frita, la cola a la plancha) y se nos olvidaron todas las objeciones. La cabeza de rape frita con esmero (no la ponen en casi ningún sitio) es un placer de dioses (tan crujiente y tan sabrosa), y la cola a la plancha (más frecuente) hace el efecto de sano contrapeso (ya se sabe que los fritos por la noche no son nada buenos). Los postres mejor olvidarlos (de tan manidos). En fin, un chiringuito restaurante que merece la pena ser visitado por su rape. Lástima de tantas concesiones al tópico. 

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario